"Iron Man": Marvel se pone las pilas.

Marvel coge el toro por los cuernos y se pone manos a la obra.

Encontrar hoy en día una adaptación digna de un cómic en el cine parece una cosa difícil. Y ha tenido que ser la propia Marvel la que se ha decidido a poner fin a la cantidad de adaptaciones paupérrimas a las que ha cedido los derechos y que en ocasiones ha co-producido. "Los 4 Fantásticos", "X-Men", "Daredevil", "Spiderman", "Ghost Rider", "The Punisher", "Hulk", "Elektra", etc. son películas de dudosa calidad, si bien unas más que otras hay adaptaciones que son intolerables tanto a nivel cinematográfico como de adaptación, como es el caso de "Daredevil" o "Los 4 Fantásticos", otras que consiguen distraer mínimamente como "Spiderman" y otras que ya están más elaboradas como "X-Men", pero en general el nivel es bajo y pese a ser grandes blockbusters los aficionados fieles de los cómics normalmente acaban descontentos. De acuerdo que es muy difícil complacer a un público tan difícil como los amantes del cómic, de acuerdo que más difícil es aún conseguir una película que abarque al más amplio espectro de público pero hay veces que la solución es tan simple como parece: dar la opción de hacer la película a los creadores de los mitos del cómic.

Y así es como Marvel ha creado su propia productora cinematográfica, Marvel Studios, y "Iron Man" es su primera película. La productora tiene como objeto adaptar sus propios personajes y crear factorías de superhéroes de forma continua y de forma que los personajes de las películas se interrelacionen con los personajes de otras (se dice que Robert Downey Jr. aparecerá en "El Increíble Hulk" —la versión alternativa del gigante que se estrenará en breve— interpretando a Tony Stark). Resumiendo, hacer una especie de serie pero con películas. Cualquiera podría quejarse viendo los antecedentes de las películas que he nombrado anteriormente, yo mismo incluso, pero tras ver "Iron Man" una luz brilla al fondo del túnel: hay esperanza. Y digo que hay esperanza porque "Iron Man" es la mejor película de superhéroes que he visto en los últimos años, por debajo de "Batman Begins" y quizá junto con "X-Men".

Ingredientes básicos para hacer una buena película de superhéroes de cómic:

1. Un superhéroe con carisma. Iron Man es uno de los estandartes de Marvel, uno de los más poderosos e importantes. El multimillonario Tony Stark es el rostro que se esconde tras la armadura, un empresario armamentístico genio de la electrónica y metalurgia que tiene implantado en el pecho como fuente de vida un dispositivo que le otorga una potencia ilimitada. Un personaje cuanto menos atractivo.
2. Un actor que le de carácter al personaje. Robert Downey Jr. es un actor polifacético que es capaz de meterse en la piel del alcohólico y soberbio Tony Stark con gran facilidad (de hecho el actor también ha tenido problemas con la bebida) y le da ese empujón al personaje para que se apodere de la pantalla. Consigue encontrar el punto perfecto entre humor y seriedad.
3. Mostrar al público lo que quiere: acción. En el cine de superhéroes, no nos engañemos, lo que realmente buscamos son escenas de acción trepidantes. No tendría por qué ser así porque hay héroes muy complejos que no requieren tanta batalla, pero si se adapta "Iron Man" al cine tiene que haber acción. Y es el caso, peleas bonitas, trepidantes y potentes, lo que se demanda. Quizá la batalla final podría haber dado un poco más de sí, o haber estado un poquito mejor rodada, pero es realmente espectacular. No le exigiré lo mismo a "Iron Man" que a "No es País para Viejos", por lo tanto hay que saber qué ofrecer y qué buscar.
4. Efectos especiales de la máxima calidad. En este apartado cumple tan perfectamente que la puedo comparar a la película con los mejores efectos especiales del año pasado, "Transformers", una película que aun con sus defectos cumple a la perfección su cometido.
5. Adaptación digna, concesiones reducidas. Cuando se hace cualquier adaptación al cine de otro medio siempre se espera que respete el espíritu de la historia original, cuanto más alejado esté del concepto primario menos comparable se tornará y menos se asociará con éste. Por eso es importante en una adaptación de un superhéroe que las concesiones no sean excesivas. Cambiar algún personaje, un poco la historia, etc. pero lo básico es que el personaje principal, en este caso Tony Stark, mantenga su personalidad y no hacer demasiadas virguerías con el traje. En este caso los tres trajes que luce Iron Man en la película son absolutamente espectaculares.



6. Hallar un punto medio. Se debe encontrar un punto que pueda contentar a la mayoría, pero sin buscar un abanico excesivamente amplio. No puedes hacer que una película guste a los amantes del cómic, a críos de 5 años, a adolescentes de 17, a treintañeros y a abuelos a la vez, es prácticamente imposible. Por eso se puede estrechar un poco el cerco e intentar que una película contenga alguna que otra broma inocente, más bromas inteligentes, muchos homenajes a los cómics y al personaje, y una buena dosis de acción bruta. En el caso de "Iron Man" la violencia no es tan explícita como en otros cómics, al fin y al cabo son robots dándose de palos, por eso no ha hecho falta una censura que malogre el resultado. "Iron Man" consigue, y quizá ese es su mayor reto, encontrar un punto en el que no resulta tan seria como para tomarse del todo en serio, ni ser completamente paródica ni bochornosa (el caso de "Los 4 Fantásticos") ni demasiado ruidosa, encontrando un guión sencillo, directo, tópico (en el buen sentido de la palabra) y sobre todo distraído.
7. Opcional: ver el nacimiento de un superhéroe. Por lo menos en la primera película. "Spiderman" me distrajo bastante, y la mayor parte de su encanto está en ver cómo se desarrolla Peter Parker en la piel del Hombre Araña. En este caso el nacimiento del Hombre de Hierro se desarrolla de una forma muy interesante y entretenida para el espectador, siendo además bastante fiel a la historia original, algo bastante importante.

La receta no es fácil de conseguir, evidentemente, pero Jon Favreau ("Elf", "Zathura: Una Aventura Espacial") ha conseguido encontrar y mezclar todos los elementos y con la producción de Marvel el resultado ha sido excelente, un film la mar de digno y divertido (bien para nosotros) y que desde luego será un auténtico blockbuster que les devolverá con creces la inversión que han hecho (bien para ellos).

Hay que reconocer que Robert Downey Jr. está muy bien y es el alma de la película, el papel de multimillonario alcohólico —aunque esta faceta no es explotada en el film— bastante prepotente y genio al fin y al cabo le viene que ni pintado, y esa faceta de descubrimiento de sus poderes (más bien aplicación y aprendizaje de sus habilidades) está muy bien para una primera película. Jeff Bridges en el papel de Obadiah dando la réplica a Stark está muy bien también, un papel de malvado no demasiado exagerado pero muy representativo del malo que ansía el poder y la gloria. Los secundarios están todos bastante bien, como Terrence Howard en el papel de Jim Rhodes, el militar amigo de Tony Stark, y Gwyneth Paltrow como Virginia 'Pepper' Potts, la atractiva secretaria, y es que una de las características que podemos ver en estas nuevas películas de Marvel es que cuentan con un plantel exquisito. Hasta Jon Favreau, el director, se reserva un pequeño papel como chófer de Stark. Y por supuesto no falta el cameo de Stan Lee, el creador de Iron Man y de muchos más personajes de la factoría.

En definitiva es un buen entretenimiento, divertida, emocionante y una buena película para ver en el cine, aprovechando la potencia de imagen y sonido que ofrece, una buena forma de adaptar un cómic al cine, y aunque tampoco sea una maravilla del séptimo arte cumple con su cometido, que hoy en día ya es bastante.

La próxima película que veremos producida directamente por Marvel es "El Increíble Hulk", con Edward Norton como Bruce Banner y con un estupendo plantel que incluye a Tim Roth, William Hurt y Liv Tyler. Veremos cómo se defiende el gigante verde.

Mi puntuación: 7/10.