lunes, 19 de enero de 2009

"Cuestión de Honor", algo huele a podrido en la policía de NY...

Otro simple thriller policial de sobremesa con un reparto llamativo.

El thriller policial es un género algo castigado en el cine hoy en día, sobre todo porque mayoritariamente los productos de este tipo que llegan a las salas en los últimos años son poco arriesgados y no ofrecen nada nuevo al espectador. Viendo el cartel de "Cuestión de Honor" y leyendo la sinopsis uno ya puede hacerse la idea de qué tipo de película va a ver, y es que películas cuya trama está basada en la corrupción policial, con un caso truculento a resolver y con un reparto bastante llamativo ya hay muchas, por ejemplo "Ciudad sin Ley (Edison)", "Asesinato Justo", "La Noche es Nuestra", "Dueños de la Calle"... películas que si bien pueden resultar más o menos entretenidas es evidente que no tienen nada novedoso que ofrecer ni son ninguna maravilla. En el caso de los ejemplos citados solo he visto "Asesinato Justo", que juntaba a dos de las mayores estrellas del cine de todos los tiempos y aún así era un producto simplemente pasable, y "Ciudad sin Ley (Edison)", una película también con un reparto bastante bueno (Kevin Spacey, Morgan Freeman...) pero que no acaba de convencer, aún así ésta me pareció bastante entretenida; y es que pese a ser copias unas de otras la verdad es que es un género que puede despertar diferentes impresiones según los ojos con los que se miren. Como digo, todas las películas citadas tienen en común varios puntos, comenzando por un reparto muy llamativo con estrellas de máxima categoría, carteles que parecen sacados todos de la misma fábrica, y una trama que parece estar escrita por la misma persona, todas dejando al descubierto cierto grado de corrupción en el departamento de policía correspondiente y/o mostrando una constante dualidad entre la justicia y el crimen. "Cuestión de Honor" tiene todos y cada uno de los tópicos de este tipo de películas, y aunque no se pueda decir que es una catástrofe de película ni mucho menos se puede decir que es una película digna, siendo muy generoso le doy un 5, es uno más entre la marabunta de films parecidos que luchan por tener "algo" que las haga destacar. Pero sin arriesgarse no pueden conseguirlo.

Todo comienza cuando cuatro policías del departamento anti-drogas mueren en un tiroteo mientras realizaban una redada a una panda de narcotraficantes. El capitán Francis Tierney (Noah Emmerich) y su hermano el detective Ray (Edward Norton) se muestran apenados por la pérdida, también el cuñado de ambos Jimmy Eagan (Colin Farrell) parece sentirse especialmente afectado por la muerte de sus compañeros, y el jefe de policía Francis Tierney (Jon Voight), padre de los hermanos, le pide a su hijo Ray que vuelva a las calles y deje las oficinas donde ha estado recluido el último año para liderar la investigación y encontrar al responsable de la masacre. En su investigación Ray comienza a deducir que algo huele mal en el caso, y cuando se da cuenta que las pesquisas podrían destapar un caso de corrupción policial tendrá que escoger entre ser fiel a su familia, al cuerpo de policía o a la justicia, y superar los miedos que le llevaron a recluirse en un despacho durante meses. Ni más ni menos, la película se centra principalmente en el destino de los dos hermanos y su cuñado, y en el caso de corrupción que unos querrán tapar, otros descubrir y otros pensar cómo afrontar, mientras se suceden las trampas, mentiras y asesinatos; realmente no está tan mal, pero el caso queda planteado desde muy pronto y el espectador enseguida se da cuenta por dónde irán los tiros y cuál será la resolución de los acontecimientos, lo que le quita bastante atractivo a la historia.

El patrón del film sigue los cánones establecidos, al principio todo comienza con una severa investigación sobre todo por parte de Ray, que es un detective muy hábil y experto, y las demás líneas argumentales van desarrollándose hasta confluir, enseguida entendemos por qué actúan todos de una manera u otra, no es por ejemplo como "Asesinato Justo" que pretende engañar al espectador con una supuesta trampa de montaje, en este caso "Cuestión de Honor" (traducción libre del título original "Pride and Glory"/"Orgullo y Gloria") es sincera y eso se le debe reconocer, no tiene ninguna sorpresa final guardada ni giro; su honestidad le confiere humildad lo cual es bueno en los tiempos que corren. Partiendo de esa humildad la cinta puede no parecer tan desastrosa, pero hay otros factores que la desfiguran y es ese tono a telefilm que se respira durante toda la película, pese a tener una dirección bastante aceptable y unas buenas interpretaciones nadie llega a brillar ni su argumento emociona ni resulta intenso en ningún momento, y lo intenta varias veces tirando incluso de recursos efectistas como la historia de la mujer enferma de Francis Jr., totalmente innecesaria y forzada, o la de la ex-mujer de Ray, también muy fuera de lugar y sin aportar nada a la trama (como por ejemplo sí que aporta la historia que acompaña la cicatriz de su cara, que explica su comportamiento al final de la cinta). Es interesante que la película quisiera añadir el componente humano de las historias de cada personaje, pero la forma en que lo hace no enriquece la película sino que la lleva hacia otros derroteros que acaban por desconectar de la historia al espectador, son un pegote puesto artificialmente que no interesa lo más mínimo en comparación con la trama central, y es que ni por asomo tienen que ver con ella; así pues se agradece el intento, pero es un intento fallido.

El reparto es bastante interesante, empezando por Edward Norton ("El Increíble Hulk", "American History X", "El Club de la Lucha") que se podría decir que en cierta manera es el mayor protagonista del film, aunque en realidad el protagonismo de los personajes está bastante repartido. Él interpreta a Ray Tierney, un detective muy bueno en su trabajo que tuvo que apartarse de las calles, su medio natural, debido a un asunto turbio que no quedó muy claro, y tras tiempo recapacitando vuelve a tomar la pistola para resolver el caso de sus compañeros asesinados. Norton es el mejor de la película, se muestra atormentado y sobre todo dubitativo, su dilema es serio y definitivo y mediante sus expresiones el espectador puede percibir todas estas apreciaciones gracias al talento del actor, una estrella que ha brillado, sigue brillando y lo seguirá haciendo durante mucho tiempo. Colin Farrell ("Escondidos en Brujas", "El Sueño de Cassandra", "Alejandro Magno") no es precisamente santo de mi devoción, pero debo admitir que en algunas de las películas en las que lo he visto últimamente no es tan malo como parece. En "El Sueño de Cassandra" me gustó bastante y en "Cuestión de Honor" tampoco está nada mal interpretado a Eagan, y aunque está lejos de ser una gran interpretación el actor se muestra bastante solvente con su papel, y es que cuando hace papeles en los que no parece querer lucirse es cuando me entra mejor por los ojos (hasta ha ganado el Globo de Oro al mejor actor de comedia). Otro actor de renombre que participa en el film es Jon Voight ("El General", "Misión: Imposible", "Cowboy de Medianoche"), que interpreta al padre de los hermanos detectives y jefe de policía, Francis Tierney. Voight interpreta a un miembro orgulloso de pertenecer a una familia de policías, y que está acostumbrado a lidiar con toda clase de asuntos turbios; pese a ser una persona íntegra no deja de buscar recovecos por los que deslizarse con tal de manejar las situaciones que se salen de los esquemas legales. Voight no está mal en el papel de policía veterano y padre sobreprotector (no solo con los hijos, sino con el honor y el orgullo; de ahí el título), y aunque el actor ya lleva unos años de capa caída le sienta bien el rol de jefe autoritario y experimentado. El cuarteto de protagonistas lo cierra un actor algo más desconocido que el resto, Noah Emmerich ("El Show de Truman", "Juegos Secretos", "Windtalkers"), en la piel del hermano mayor, Francis, capitán del grupo anti-drogas y que tendrá las mismas dificultades que su hermano Ray cuando los asuntos sucios comiencen a ver la luz. Emmerich recrea otra de las grandes interpretaciones de la película, después de Norton quizá, y aunque no sea nada del otro mundo realiza un trabajo muy correcto como policía justo pero ante todo fiel a los suyos.

Completan el reparto personajes con pequeños papeles secundarios, como Abby la esposa de Francis Jr. interpretada por la desconocida Jennifer Ehle (sorprendente el parecido físico de la actriz con Meryl Streep) que realiza otra de las grandes interpretaciones de la película, una enferma terminal que protagoniza una escena corta cargada de bastante sentimiento, aunque como digo es una lástima que su personaje no aporte nada a la trama. También está John Ortiz como Sandy, un actor que las dos veces que lo he visto ha realizado papeles de policía corrupto y no lo hace mal, Frank Grillo y Shea Whigham interpretan a los otros dos policías, Lake Bell la hermana de los hermanos Tierney, Carmen Ejogo la esposa de Ray, y en general el reparto está repleto de papeles más bien secundarios que aportan su granito de arena y cumplen aunque sin más trascendencia.

El que me ha sorprendido para bien es el director Gavin O'Connor, tomando un poco el estilo de "Traffic" a la hora de imponer filtros grisáceos y azules y utilizar la cámara al hombro (Steadicam) dando una sensación de realismo sin acabar mareando, como les pasa a los realizadores que utilizan este efecto sin saber bien el resultado que obtendrán (y que acaban aturdiendo al personal). El director ha realizado trabajos discretos hasta el momento, incluyendo "Tumbleweeds" por la que la actriz Janet McTeer recibió una nominación al Oscar, o "Miracle" con Kurt Russell y Patricia Clarkson, además de Noah Emmerich que repitió con el director para este film. La dirección es un apartado en el que "Cuestión de Honor" me ha convencido, en cambio el guión no corre la misma suerte, obra del mismo director y Joe Carnahan, guionista y director de otros thrillers policiales como la mediocre "Narc" o la 'guyritchiezada' "Ases Calientes" entre otras. Además Carnahan está preparando el biopic sobre el narcotraficante colombiano Pablo Escobar "Killing Pablo" que promete ser una película controvertida y curiosa, ya que contará con Christian Bale en el reparto y Édgar Ramírez ("El Ultimátum de Bourne") como Escobar. El guión es una obra simple, no tiene secuencias memorables (exceptuando quizá la de la plancha) ni de acción ni de diálogos, sin demasiado peso como para poder considerar "Cuestión de Honor" una película interesante siquiera, es una más entre el montón de thrillers y es que este género lleva muchas décadas siendo explotado de tal forma que es sumamente complicado, por muy buen reparto que tenga, hacer una película que pueda ser celebrada o sea memorable sin el peligro de caer en la monotonía y mediocridad, porque el género policial requiere, en mi opinión, una inyección de sangre fresca que la renueve, o mejor dicho, la reinvente de una vez por todas.

Productos anodinos como "Cuestión de Honor" hay muchos, ya he citado unos cuantos ejemplos de películas que se consumen y olvidan con la misma facilidad que cualquier comedia romántica (no se me malinterprete, prefiero mil veces un thriller policial de este tipo a una "Una Novia para Dos"), y aunque técnicamente no se pueda considerar una mala película queda muy lejos de un entretenimiento destacable. El hecho de que el reparto sea muy conocido es el único factor que puede llevar una película de este tipo a estrenarse en la gran pantalla y no ser lanzada directamente a DVD o emitirse en horario de sobremesa en TV, y de hecho eso es lo más salvable del film, aunque el guión pueda echar por tierra todo el trabajo de los actores, no por malo, que no lo es, sino por su mediocridad y repetitividad; demasiados thrillers policiales se han estrenado durante dos décadas para que aún sigan ofreciendo lo mismo una y otra vez. Solo recomiendo su visionado si uno es especialmente aficionado a esta clase de películas, sino buscad otra cosa.

Mi puntuación: 5/10.

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