lunes, 5 de enero de 2009

"El Intercambio", con el corazón en un puño, Clint.

Clint Eastwood nos pone un nudo en la garganta una vez más. Otra lección de cine.

Hay personas que en Hollywood son toda una institución y que se han ganado el respeto del gremio por méritos propios, por estar siempre destacando en todos los aspectos. Hay personas que en Hollywood se han convertido en grandes actores hasta el punto de convertirse en iconos, incluso mitos, del cine global, y otros que han hecho lo propio como directores. Y hay algunos, unos pocos escogidos, que son capaces de utilizar su talento para destacar tanto delante como detrás de las cámaras, y no solo eso, sino que han podido dar a su cine un sello o marca especial que les caracteriza y diferencia del resto. Clint Eastwood es un nombre mayúsculo en la historia del cine norteamericano y en la historia del cine en general; durante muchos años fue amo y señor de las pantallas convirtiéndose en el tipo duro por excelencia, de gesto torcido e impenetrable y de mirada profunda, y desde entonces hasta hoy ha sido un destacado y activo artista en las dos facetas, de dirección e interpretación, la primera de las cuales es algo más "desconocida" y en la que lleva unos años cubriéndose de la más absoluta gloria.

El protagonista de la trilogía de Sergio Leone ha dirigido proyectos tan ambiciosos y bien recibidos como "Sin Perdón", "Mystic River", "Los Puentes de Madison" o esa obra maestra que es "Million Dollar Baby", combinándolos con otros filmes más discretos como "Deuda de Sangre", "Space Cowboys" y "El Principiante" entre muchas otras películas, sumando alrededor de 30 como realizador y unas cuantas más como actor, así que prácticamente es tan reconocido y prolífico en una faceta como en la otra. Tras la interesante, original y valiente propuesta de "Banderas de Nuestros Padres" y "Cartas de Iwo Jima" en 2006, que desafortunadamente me parecieron algo simples (me pasa como con "El Buen Pastor" de Robert De Niro, quiero que me gusten pero no consigo que me parezcan poco más que aceptables, sobre todo la primera) Eastwood ha realizado dos películas más en 2008, aunque esta vez no están relacionadas entre sí. La que aún no se ha estrenado en España es "Gran Torino", protagonizada por el mismo Eastwood que interpreta a un malhumorado y racista veterano de Vietnam y que según él mismo dice será la última película en la que actuará, y la otra es el melodrama del que hablaré en este texto, "El Intercambio", un drama basado en una historia real que conmocionó a EEUU a finales de los años 20, protagonizado por una estupenda Angelina Jolie.

En los últimos años el mítico Harry el Sucio le ha cogido el gusto a realizar dramas de calidad, con actores de lujo, un evidente minimalismo y con historias de superación y dolor que contar, siempre teñidos de oscuridad y de un profundo desaliento y pesadumbre. Tras la impactante y feroz "Mystic River" vino otra igualmente desgarradora o incluso más, "Million Dollar Baby", y tras tratar el tema de la Segunda Guerra Mundial y la conquista del islote de azufre se dispuso a estremecer al público una vez más con "El Intercambio", una historia que al comenzar el film un cartel advierte como «Una historia real.», no "basada en una historia real", sino "una historia real". De nuevo el poderío del director se impone en una cinta realizada con mimo, mucho oficio y un exquisito sentido del gusto pese a lo agrio de tema que trata. La historia en que se basa el film transcurre en 1928, cuando Christine Collins, madre soltera, se da cuenta que su hijo ha desaparecido y tras llamar a la policía y ser tratada con pasividad y desinterés pasa varios meses temiendo por la vida de su hijo. A los cinco meses se halla un niño en otro estado que corresponde a la descripción de Walter Collins, el hijo de Christine, y la policía de Los Ángeles dispone un reencuentro a modo de circo para marcarse un tanto frente a la prensa y mejorar la opinión pública, bastante agraviada debido a la polémica política anti criminal y a la corrupción que asola el cuerpo. El problema llega cuando el niño que traen a la estación, que asegura ser Walter Collins, no es en verdad el hijo de Christine, y el capitán de policía se niega a reconocer su error prefiriendo maquillar la situación y esconder la verdad a la humillación que supondría aceptar que se equivocaron con el caso; para ello será capaz de hacer cualquier cosa, aunque eso implique empeorar la situación de la víctima del caso, la Señora Collins, para evitar un escándalo que salpicase a todo el cuerpo de policía. Tan dramático como real, la situación de Christine Collins se convirtió en un infierno aún peor cuando el cuerpo de policía no solo intentó desacreditarla sino que dejó de buscar a su verdadero hijo para no levantar sospechas acerca del error con su supuesto hijo encontrado. Entre tanto, Christine recibe el soporte del reverendo Gustav Briegleb, un parroquiano que lleva tiempo denunciando los métodos y corrupción del cuerpo policial de L.A. y que se atreve a alzar una cruzada contra él, decidiendo apoyar y ayudar a Christine con todo lo que esté en su mano.

El planteamiento ya es duro de por sí: una mujer trabajadora, soltera, que tiene que tirar para adelante con su hijo sin la ayuda de un marido en plenos años 20, una sociedad machista y discriminatoria, sumado a la negligencia policial y no solo eso, sino que Christine fue despreciada, maltratada y vapuleada por el mismo cuerpo que debería protegerle, y todo para no ganarse el desprecio del pueblo y cubrir una mentira con más negligencias. Y mientras, Walter seguía desaparecido. Pero no todo se acaba ahí, y no sigo desvelando hechos porque aunque esté basado en un suceso real es mejor guardarse la intriga (de todos modos, cuidado con este análisis si no habéis visto la película, es posible que más adelante deje ver algunos pistas acerca de la línea argumental en la que evoluciona el film), pero es que Clint Eastwood y el guionista J. Michael Straczynski (en su primer guión para cine) aún quisieron guardar lo peor para la segunda mitad de la película y realizar un film absolutamente desgarrador y tremebundo con una historia angustiosa e impactante. Como he dicho, no desvelaré nada, pero está claro que "El Intercambio" juega con los sentimientos del espectador a placer de la forma que solo un buen guión y un buen director son capaces de hacerlo; si de algo es capaz el film a lo largo de sus 140 minutos es de afligir y estremecer con poderío y elegancia.

La historia es dura como la vida misma, nunca mejor dicho, y Eastwood pone su tacto a disposición de la historia, que recibió con entusiasmo y curiosidad ya que el completo guión de Straczynski incluía cientos de documentos acerca del suceso de Christine Collins que daban muchos detalles acerca de la tragedia, pues el trabajo del guionista fue titánico al realizar todo un completo trabajo de investigación. Clint Eastwood se mantuvo fiel a su fugaz estilo y rodó el film en poco más de un mes, lo que demuestra lo claras que tiene las ideas y su concepto acerca del cine, ya que no se molestó en realizar incansables repeticiones de la misma escena sino que aprovechó la primera impresión de cada una para incluirla en el montaje final. El que fuera el pistolero favorito de Leone no deja de sorprender por mostrar un evidente sentido del gusto en la planificación de las secuencias y encuadres, siempre buscando la simpleza y belleza del propio cine, alimentando sus películas con una fotografía de interiores extraordinaria que es quizá lo que da a sus obras un toque peculiar y característico, con acentuados claroscuros y estudiados planos e iluminación. Además el particular sentido del ritmo de Eastwood, que es más clásico en este aspecto y se decanta por utilizar un tempo lento y pausado, resulta ideal para contar melodramas como los suyos, ya que lo cotidiano de los sucesos que muestra incrementa el dolor y la sorpresa de los traumas que sufren los protagonistas, normalmente luchadores con una gran fuerza de voluntad y espíritu de superación. En el caso de la protagonista, interpretada magistralmente por Angelina Jolie que realiza uno de los mejores papeles de su carrera y del año, debe luchar por que se reanude la búsqueda de su hijo, por demostrar que el niño que está con ella es un impostor y por qué no la tomen por loca, así se convierte en la protagonista sufridora que acaba convirtiéndose en un símbolo de coraje y tesón.

Angelina Jolie demuestra que es algo más que la esposa de Brad Pitt y un simple físico imponente y se entrega de lleno en el papel de madre que padece y no se resigna, ofreciendo algo que no es nada fácil: una interpretación muy comedida que no cae en el error de histrionismos ni exageraciones de los sentimientos, y es que en un film como "El Intercambio" donde la pasión y el dolor son tan intensos es harto complicado no desligarse del personaje y entregarse al dramatismo exacerbado. Jolie, siempre elegante, de rostro serio y templado y con unos estilosos vestidos que nadie diría que es capaz de portar con tanta elegancia y naturalidad tras ver el look que luce en películas como "Wanted (Se Busca)", sabe medir con sumo acierto sus expresiones y gestos, y se convierte en la protagonista de una serie de escenas (decir solamente una o dos sería quedarse muy corto) que desde ahora formarán parte de mi colección de escenas sobrecogedoras para el recuerdo, y todo gracias al impresionante trabajo de la actriz y a la magia de Eastwood. Por citar un par de ejemplos me quedo con la escena que transcurre en San Quintín, el momento más brutal de la película, o el momento en el que el falso Walter llama "mamá" a Christine. Sus gritos transmiten al espectador el pánico y tristeza del personaje, y sus gestos contenidos esconden una gran conmoción visible tan solo en los ojos de la actriz; desde luego se comunica con el público en todo momento con pequeños detalles que no pasan inadvertidos para quien se halla sumido en la película. Me encantaría que el trabajo de la actriz fuese premiado como se debe, y de momento ya ha entrado en las nominaciones de los Globos de Oro para hacerse con el galardón de Mejor Actriz en Película Dramática. Al estupendo trabajo de Angelina Jolie, que haciendo balance del año pienso que es la mejor interpretación femenina de las que he visto, le da una excelente y necesaria réplica el siempre magnífico John Malkovich como el reverendo Briegleb, y su interpretación transmite seguridad, desasosiego e incluso poder, el poder de alguien a quien la gente apoya y sabe que es intocable en un ambiente donde cualquiera corre peligro si habla más de la cuenta o actúa en contra del poder establecido. Su voz alzada, su mirada firme y gesto contundente son la única brizna de esperanza en la película, y por ese motivo el trabajo de Malkovich de excepcional. El actor que ya estuviera fabuloso en "Quemar Después de Leer", donde destacó más que ningún otro en el gran reparto, vuelve a comerse la pantalla y sus apariciones son tan esperadas y deseadas que incluso se le puede pedir más protagonismo; no solo es un personaje que aporta cierto descanso para la tensión, como una especie de válvula de escape para el estrés, sino que sus intenciones y métodos son tan altruistas, correctos, terminantes y rotundos que no queda otra opción que rendirse ante la construcción del personaje que el actor ha moldeado. Una réplica excelente a Jolie.

No acaba ahí el excelente reparto, el tercero en discordia del duelo interpretativo del film es el increíble y desconocido Jason Butler Harner, quien se pone en la piel del risueño y desgarbado Gordon Northcott y que no desvelaré mucho acerca de su personaje por su alguien quiere ir a ver la película con poca información pero que realmente realiza una interpretación de lo más impresionante y sobrecogedora en muchos aspectos, con especial atención a las últimas escenas de la película donde acaba destrozando el alma del que aún resista el llanto y el dolor. También está Michael Kelly que es el detective Lester Ybarra, personaje clave en la trama que también impuso su valor y su sentido de la justicia dentro de un cuerpo de policía podrido, y el poco tiempo que tiene en pantalla es suficiente para mostrar su talento, sobre todo en un par de escenas que son de lo más estremecedor del film y que también tienen de coprotagonista a Sanford Clark, interpretado por el joven de 14 años Eddie Alderson quien también realiza un papel muy destacable y con intensidad. Uno tras otro los actores y actrices de la película se meten en la piel de sus personajes de forma sobresaliente, destacando también dos personajes de gran protagonismo, J.J. Jones, interpretado por Jeffrey Donovan y que resulta todo un acierto en la piel del obstinado, orgulloso y corrupto Capitán de policía y el abogado S.S. Hahn, interpretado por Geoffrey Pierson (el Capitán Tom Matthews en "Dexter") y que tiene un par de escenas muy intensas. Y para acabar los papeles destacables está la nominada al Oscar Amy Ryan como la prostituta Carol Dexter, en un papel corto pero no por ello inadvertido, un personaje que también tiene un aporte de oxígeno importante en la historia y que viene avalado por la calidad de la actriz.

Clint Eastwood también le ha cogido el gusto a componer la banda sonora de sus últimas películas, desde "Mystic River" lo ha hecho también en "Million Dollar Baby" y "Banderas de Nuestros Padres" y tan solo ha realizado una para una película ajena, "La Vida sin Grace" que le valió incluso una nominación a los Globos de Oro en este apartado. En "El Intercambio" repite estilo y nominación para este año, una composición minimalista muy adecuada, básicamente realizada con instrumentos de cuerda y piano utilizándola a menudo pero discretamente lo que da fe de la inteligencia del director a la hora de musicalizar sus films.

La dirección artística es otro de los grandes puntos fuertes del film, los escenarios recrean a la perfección el Nueva York de finales de los años 20' y principios de los 30'; el trabajo de decorados y vestuario demuestran un enorme trabajo y talento por parte de los responsables, en ambas facetas "El Intercambio" es una joya, te transporta directamente a la época y gracias a esa ambientación el espectador es capaz de conocer mejor el contexto del caso de Walter Collins. Por cierto, esta es otra película, como "Zodiac" o "Australia", donde el uso de los efectos visuales está al servicio del film sin querer tener ningún protagonismo, y sobre todo es una pieza clave para la recreación del NY del primer tercio de siglo de forma soberbia. La fotografía, como he comentado, es un aspecto exquisito del film obra de Tom Stern, quien ha realizado la fotografía de todas las películas del director desde "Deuda de Sangre" y que apuesta por una iluminación de contrastes y luz intensa y una gran paleta de colores vivos (el uso del color es una maravilla sobre todo en los trajes de Christine), haciendo que en interiores se note mucho el excelente trabajo que se ha realizado para la imagen de la película.

"El Intercambio" es una de las mejores películas del año, una obra prácticamente perfecta si no es por algún detalle que me impide darle el 10. Quizá la única razón por la que no le doy la máxima nota es porque el argumento tiene, al fin y al cabo, cierto regusto de telefilm, y tengo una extraña sensación de déjà vu, como si ya hubiera visto la historia antes en otra película. Es una sensación extraña, pero igualmente no debe considerarse esta cinta una obra menor de Eastwood ni mucho menos, ya que tiene la suficiente calidad como para figurar entre sus mejores obras en esta década. La crítica ha recibido bien el film, sobre todo destacando la interpretación de Jolie y el tono serio de la cinta, y en taquilla no ha funcionado mal por el momento: en España está siendo la película mejor recibida del director económicamente hablando. En definitiva es una gran película, que es capaz de doblegar los sentimientos del espectador a su antojo, utilizando quizá un tema muy fácil para ello pero con un gran tacto y sobre todo con un exquisito gusto, que es lo que hace a "El Intercambio" algo realmente excepcional y no una película del montón. Realizar una película de este estilo sin caer en efectismos baratos ni parecer un telefilm es todo un mérito, y es que si algo lleva demostrando desde hace muchos años el bueno de Clint Eastwood es que de cine sabe un buen rato. Ahora queda esperar el estreno de "Gran Torino", a ver si vuelve a dar la campanada.

«¡Este no es mi hijo!»

Mi puntuación: 9/10.

2 comentarios:

Santi dijo...

"El Intercambio" ha sido junto a "Revolutionary Road" el único film que ha recibido 3 nominaciones en los Oscar de 2009. El trabajo de Angelina Jolie como Actriz Principal, la Dirección Artística y la Fotografía son las categorías donde ha destacado el film, y merecidamente ha conseguido figurar entre las mejores. Jolie tiene serias posibilidades de llevarse el premio por su contenida y soberbia interpretación, aunque tendrá una competencia ciertamente dura: la última ganadora del Globo de Oro Kate Winslet, la veterana Meryl Streep y las sorpresas de Anne Hathaway y Melissa Leo.

Santi dijo...

"Slumdog Millionaire", "El Curioso Caso de Benjamin Button" y "The Reader (El Lector)" han superado en cada uno de sus apartados al film de Eastwood. "El Intercambio" ha sido una de las películas que se han ido de vacío esta ceremonia de los Oscar.

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